Los alumnos del Instituto salense Octavio Barrientos y Tanya Fernández, premiados en las Olimpiadas de Matemáticas y Filosofía
Salas, Lorena VALDÉS
Ecuaciones, derivadas, integrales... No hay problema que se le resista. Octavio Barrientos Álvarez de 3º de la ESO del instituto Arzobispo Valdés-Salas quedó clasificado entre los diez mejores en la final de la XVIII Olimpiada matemática asturiana en la categoría B (3º y 4º ESO), que se celebró en Gijón el pasado mes de mayo. Barrientos, considerado por su compañeros una «calculadora humana», no es el único con un curriculum escolar sobresaliente en el IES salense. La alumna Tanya Fernández Fernández de 1º de Bachillerato de Ciencias y Salud ha conseguido asimismo el segundo premio en la IX Olimpiada asturiana de Filosofía por el trabajo «Utinam Felices! Sobre el uso público de la Razón». En Salas dominan por igual los números y las letras.
Con dos expedientes para quitar el hipo, Octavio Barrientos y Tanya Fernández, compañeros de instituto y vecinos en la villa Salense, tienen claro que van a estudiar en la Universidad. «Los dos Medicina», adelanta la joven cuya nota más baja en el último trimestre fue un 9 en matemáticas. En el resto de las asignaturas, todo sobresalientes. «A mi la Plástica se me resiste, saqué un 5», interviene Barrientos quien reconoce que en más de una ocasión sus compañeros le han llamado «pitagorín».
Lograr un expediente, elogiado unánimemente por el profesorado del centro, requiere mucho sacrificio. Y si no que se lo pregunten a Tanya Fernández que a sus 16 años ha dedicado prácticamente todo su tiempo libre este curso, mañanas de los domingos incluidas, a la elaboración de su trabajo que algunos califican casi de tesina por su ardua labor de investigación. «Este año el tema propuesto fue "Jovellanos, Ilustración y Progreso" y yo abordé en mi estudio la enorme influencia que ejercen los medios de comunicación sobre las personas y el control que existe sobre ellos», explica la joven, a la que le llueven las peticiones de sus compañeros de clase para que les preste sus completos apuntes cuando se aproximan los exámenes.
Organizados y disciplinados, a estos dos alumnos, que no saben lo que es suspender un examen, les gusta también salir con sus amigos como a cualquier joven de su edad. Para compaginar con éxito estudios y ocio los dos dan la misma receta. «Distribuir bien el tiempo y no dejar todo para el último día porque si no te acaba pillando el toro», concluyen sin perder ni un segundo la sonrisa.
Conocedores de la importancia de los idiomas para encontrar el día de mañana un buen trabajo Tanya y Octavio completan su formación con el estudio de inglés y francés. «No hay nada que pedirles, son brillantes», sentencia orgulloso el director del instituto Ángel de La Fuente.
Y para no dejar mal a su director, Tanya somete a su compañero a varias pruebas para que demuestre su agilidad mental con los números: «A ver Octavio multiplica 12x15». «180», responde al instante el joven. Su compañera vuelve a la carga: «Y ahora 13x18». «234», resuelve el alumno con una rapidez envidiable. Hace tiempo que a Octavio le sobra la calculadora para hacer sus cuentas.
Con la vista puesta ya en las vacaciones de verano, los alumnos recogerán el próximo viernes 10 de junio sus respectivos premios en Gijón por su clasificación en las Olimpiadas. Un incentivo para seguir trabajando siempre en busca del sobresaliente ya sea en ciencias o en letras.
http://www.lne.es/occidente/2011/06/03/salas-dominan-cifras-letras-igual/1084064.html
