03 octubre, 2012

LA NUEVA ESPAÑA 02-10-12 Oviedo-La Espina: el cuento de la buena pipa


Santiago Pérez
Secretario de Acción Sindical de la Unión Comarcal del UGT 

El hartazgo de los ciudadanos de la comarca ante los constantes anuncios e incumplimientos sobre la autovía

 Ahora resulta que debemos estar contentos porque en los Presupuestos del Estado se incluye una partida de 10.000 euros para un estudio del tramo que unirá La Espina con Canero
Cada vez que sale a la luz el tema de la autovía de Oviedo a La Espina tengo la sensación de que nos están tomando el pelo.
El inicio de esta infraestructura ya se pierde en la noche de los tiempos, al igual que las promesas de su finalización. Año tras año, unos, otros y los de más allá nos han prometido su terminación. Y nadie, absolutamente nadie, se pone colorado.
Estos, aquellos y los que vengan nos seguirán poniendo fechas, diciéndonos que los ciudadanos del suroccidente somos importantes y que nos tienen en cuenta, pero al final estamos como estamos: sin autovía.
No la terminaron cuando se suponía que era época de vacas gordas, ahora simplemente nos dejan de lado y aquí paz y después gloria.
Abrieron un carril entre Salas y La Espina y todos contentos. Claro, estaban a las puertas unas elecciones. Se limitó la velocidad a 80 kilómetros hora en el trayecto, y tendrá que ser así, pero sirvió para que alguno protestara y luego reconociese que no se podía hacer nada. Disputas políticas absurdas.
Las quejas ciudadanas no han servido para nada y las de los alcaldes para menos. Es más, cuando algunos tuvieron la oportunidad de exigir a su partido el fin de la obra se callaron o hablaron con la boquina pequeña, no fuera a ser que se quedaran sin el puestín.
Ni tirios ni troyanos, ninguno, pueden venir ahora a quejarse de los otros. Han hecho de esta autovía uno de los símbolos de su inoperancia y sobre todo del desprecio que nos hacen a los vecinos de la comarca. Que no nos vengan con eso de la vertebración de Asturias. En todos estos años no han sido capaces de ejecutar una vía de comunicación que sí habría contribuido a esa estructuración más justa del territorio. La ausencia de unos accesos dignos al suroccidente ha favorecido la ralentización del desarrollo industrial y de todo tipo, a la par que espoleó la emigración. Y con ello hemos llegado a unas tasas de población envejecida alarmantes.
La última con la que nos vienen es que para el 2015 se retomará esta carretera. ¿Qué quieren, que demos saltos de alegría? ¡Ah! pero eso sí, debemos estar contentos ya que en los Presupuestos Generales del Estado se contempla una partida de 10.000 euros para un estudio del tramo que unirá La Espina con Canero, para acceder a la autovía del Cantábrico.
No es para reírse, no, no es broma.
No hablan de La Espina-Ponferrada y, oigan, algunos pensamos que mejor. Primero terminen Oviedo-La Espina y la autovía del Cantábrico, luego ya hablaremos. Hoy mencionar el acceso a Ponferrada es un despilfarro de tiempo, de dinero ya ni hablamos.
Si quieren que los ciudadanos empecemos a ver a nuestros cargos públicos con el respeto que se creen merecer que hagan su trabajo, que nos dejen de pamplinas y que ejecuten las obras que de verdad tienen importancia y que no inviertan en infraestructuras estériles u ocurrencias.
El Suroccidente importa poco y esta autovía parece el cuento de la buena pipa. A los hechos me remito.
http://www.lne.es/occidente/2012/10/03/oviedo-espina-cuento-buena-pipa/1306794.html