10 septiembre, 2006

LA NUEVA ESPAÑA 10-09-06 Fomento pone en marcha la conexión de la Autovía del Cantábrico con Oviedo-La Espina


La vía enlazará con el corredor costero en Canero, donde ya confluyen las dos principales nacionales de la región

El plan estratégico de infraestructuras y transporte (PEIT), aprobado por el Gobierno central en julio de 2005, incluía una autovía entre Canero y La Espina para conectar la del Cantábrico con la de Oviedo-La Espina. El Ministerio de Fomento dio luz verde ayer al estudio informativo de esta conexión, que ofrecerá varias alternativas para un trazado de unos 23 kilómetros que unirá La Espina y Canero, una localidad en la que ya confluyenlas dos principales carreteras nacionales de la región, la N-632 y la N-634. El presupuesto del estudio informativo supera el millón de euros.

Oviedo, N. M. C.

El Ministerio de Fomento ha dado luz verde al estudio informativo del tramo de autovía que conectará dos de los principales corredores de la región, ambos en ejecución y que estarán listos en 2009: la Autovía del Cantábrico y la que unirá Oviedo y La Espina.
Con su publicación, ayer, en el «Boletín Oficial del Estado» (BOE), Fomento ha licitado los trabajos de consultoría y asistencia técnica para la redacción del estudio informativo de la denominada autovía A-63 entre La Espina y Canero, que discurrirá por un trazado de unos 23 kilómetros. En esta localidad valdesana confluyen actualmente las dos principales carreteras nacionales de la región, la N-634 y la N-632.
El presupuesto de licitación del estudio informativo supera el millón de euros, según informaron desde el Ministerio. El objeto de este estudio es «desarrollar la alternativa más adecuada dentro de las posibles soluciones para construir una autovía siguiendo el corredor de la actual carretera N-634, en su tramo entre La Espina y Canero. La autovía discurrirá entre los puntos kilométricos 465 y 495 de la citada carretera nacional, que une las localidades de San Sebastián y Santiago de Compostela.
Fomento ha previsto una autovía de dos calzadas independientes con unos siete metros de ancho cada una, en las que se alojarán cuatro carriles de circulación (dos en cada sentido) de unos 3,5 metros, con arcenes exteriores de 2,5 metros e interiores de un metro o 1,5, en función de las distancias de visibilidad.
El proyecto debe incluir, a la hora de diseñar la mediana, la posibilidad de ampliación de carriles en la vida útil de la carretera. El ancho de la franja que separará los dos sentidos de circulación quedará justificado mediante un estudio técnico y económico que, además del posible aumento del número de carriles, determinará el radio y la visibilidad de las zonas de parada.
Fomento dispondrá además de un estudio de tráfico actual y futuro en esta zona que prevea la demanda y los movimientos de origen y destino, y que se realizará sobre toda el área de influencia del trazado.
El diseño de este nuevo tramo de autovía se hará encajar en los planteamientos urbanísticos de los concejos que atraviesa, según el compromiso anunciado por el Ministerio que titula Magdalena Álvarez.
Las distintas alternativas que propondrá el estudio (atendiendo a la norma escrita para autovías que soportan una velocidad media de 80 kilómetros por hora) serán sometidas a una comparación que tendrá en cuenta criterios ambientales, territoriales, funcionales y de rentabilidad económica. El Ministerio de Fomento se ha comprometido a mantener una «coordinación adecuada» con las corporaciones municipales, las cámaras agrarias, la Confederación Hidrográfica del Norte y «el resto de entidades y organismos que pudieran verse afectados o que puedan aportar datos de interés para la redacción del estudio».
El proyecto incluirá además un estudio sobre la necesidad y conveniencia de disponer áreas de servicio y descanso a lo largo del tramo. Además, como es habitual en estos casos, Fomento se compromete a estudiar «con detalle» la reposición de caminos, vías pecuarias, accesos, servidumbres y servicios que se puedan ver afectados por las obras de la autovía. Por último, y de acuerdo con el plan estratégico de infraestructuras y transporte (PEIT), se analizará la compatibilidad de las actuaciones para proyectar con los usos ciclistas.