22 febrero, 2007

LA NUEVA ESPAÑA 22-02-07 Salas reclama a la Confederación Hidrográfica la defensa de las riberas de Espinedo

El Ayuntamiento respalda las peticiones de los vecinos, que demandan la construcción de escolleras en el río Nonaya para proteger sus viviendas

Espinedo / Salas, E. PELÁEZ
El Ayuntamiento de Salas reclamará a la Confederación Hidrográfica del Norte de España una solución para los desbordamientos del río Nonaya que se producen en la vega baja de Villazón y Espinedo, como el que el pasado fin de semana afectó a varias viviendas. El concejal de Obras, Alberto Tejada, afirmó que se pedirá ampliar el cauce del río en ese tramo y la defensa de aquellas riberas que resultan anegadas en períodos de intensas lluvias.
«Nos adheriremos a las peticiones de los vecinos», dijo el edil. Afectados por la última riada se reunieron con representantes municipales y acordaron remitir de forma urgente un escrito a la Confederación Hidrográfica solicitando la construcción de escolleras que eviten los habituales desbordamientos del río Nonaya que acompañan a las intensas lluvias.
Los vecinos denunciaron que están cansados de pedir una solución y de ver cómo el problema se fue agravando con el paso del tiempo. Uno de ellos apuntó que hace años se construyó una escollera, pero que ahora está deteriorada. La noche del sábado, los habitantes de la zona recordaron aquella jornada de noviembre de 2003 en la que el río se llevaba el camino de acceso desde la carretera a las casas. Rompía entonces el puente sobre el río Barredo, a unos metros de esas viviendas afectadas.
Frente a ese puente y al otro lado de la carretera N-634 está ubicada la vivienda que se inundó, llegando el agua a superar el medio metro en el interior de la casa. Una situación que no había sucedido nunca. El río Barredo, que se une al Nonaya en las proximidades y discurre a unos tres metros por debajo del nivel de la carretera, superó ese vial y entró en la vivienda. Los propietarios apuntan al puente construido de forma provisional tras la riada de 2003 para explicar lo sucedido, asegurando que el espacio de paso es menor que el existente anteriormente. El edil de Obras afirmó que «el problema no es el puente, porque el río Barredo pasa de sobra; es el Nonaya, que tiene cada vez menos cauce». Indicó que la Confederación Hidrográfica concedió la autorización para la construcción del puente provisional. Sin embargo, desde el PP, el candidato a la Alcaldía, Juan Carlos Rodríguez, defiende que se construya otro puente. Esta petición será recogida en un escrito que su formación presentará en el Consistorio. «Tiene que hacerse un puente en condiciones», dijo Rodríguez, quien considera que el actual «hizo de embudo». Resaltó asimismo que en el polideportivo municipal se suspendió un partido de fútbol sala porque, dijo, «entraba agua por el piso».
El concejal delegado de Obras del Ayuntamiento de Salas aseguró que el río Narcea se desbordó el pasado fin de semana en zonas donde la riada de 2003 no había llegado. Salas fue uno de los municipios más afectados por el temporal de hace más de tres años. Los daños rondaron el millón de euros, con numerosos tramos de carretera afectados, además de varios puentes. De la reconstrucción de dos de ellos que fueron arrastrados por la riada, los de Faedo y Vegacebrón, se hizo cargo el Principado.
El aumento del nivel del agua en el río Nonaya el pasado sábado provocó que los propietarios de una de las viviendas de la vega de Espinedo tuviesen que sacar los coches a la carretera. El agua llegaba a la cuadra de otro vecino, que se mantuvo en vela durante la noche por si la situación empeoraba y tenía que sacar los animales. Estos vecinos aseguraban el pasado lunes que temían que el Ayuntamiento y la Confederación «se pasasen la pelota de unos a otros» y que no se resuelva su problema. En otra ocasión habían presentado firmas de los vecinos para pedir lo mismo que ahora reclaman.