LA NUEVA ESPAÑA 22-01-10 «El Siglo» no cumplió los 100 años

El fallecimiento de Sofía González Menéndez, a los 97 años, pone fin a una saga
Salas, Ignacio PULIDO
El 17 de diciembre, el fallecimiento de Sofia González Menéndez, última regente del popular comercio «El Siglo», cogió por sorpresa a más de un vecino de Salas. Con ella se extinguía una saga de comerciantes afincada en la villa durante casi cien años y dedicada a la venta de telas, ropa, mercería, juguetes, e incluso a la banca. La ausencia de sucesores ha provocado el cierre del establecimiento que, a día de hoy, es un edificio carente de vida.
Los orígenes de la familia se encuentran en Cotariello (La Espina), pueblo desde el que partió hacia La Habana el patriarca Juan González. A su regreso, González contrajo matrimonio en Salas con Concha Menéndez, hija de Blas Menéndez, propietario de una fonda y lugar donde, según los archivos municipales, nacieron sus ocho vástagos de los que sobrevivieron seis: Arturo, Mario, Olvido, Concepción, Celia y Sofía.
En 1914, Juan González erigió en la entonces conocida como «Huerta de los Canónigos», en la calle de la Oliva -actual avenida de Galicia-, el edificio de «El Siglo» donde instaló la vivienda familiar, una tienda de telas y una corresponsalía del Banco de España. No en vano, en la fachada este del comerc

A pesar del bienestar que se respiraba en «El Siglo», el infortunio se ensañó en varias ocasiones con la familia. Durante la Guerra Civil, el joven Arturo fue asesinado víctima de la irracionalidad de la contienda. Asímismo, en el verano de 1936, el inmueble sufrió desperfectos a causa de la explosión de una bomba que costó la vida de un viandante. Marcos Álvarez, joyero salense, cita con especial interés este episodio. «Sofía conservó funcionando hasta última hora un viejo reloj dañado por la metralla del artefacto.». Fue precisamente Sofía la única de los hermanos que se casó, aunque su matrimonio con José Ramón de la Grana Fernández fue corto, ya que enviudó al poco tiempo.
La dilatada presencia de los González en Salas está repleta de anécdotas. Son especialmente recordados los despistes de Mario. «En una ocasión acudió a Oviedo en su vehículo pero

Pero si por algo son recordados los González es por su trabajo. Sin ir más lejos, ni Sofía ni Celia, las últimas de la familia, nunca se jubilaron y a pesar de su avanzada edad permanecieron tras el mostrador hasta su muerte, acaecidas con tan sólo un año de diferencia. Celia contaba 100 años y Sofía 97.
En «El Siglo» no sólo se vendía ropa o telas, sino que también se comerciaba con artículos de regalo y juguetes. «Durante años fue el lugar donde se compraban los regalos del día de Reyes para los niños de la villa. Asistieron en numerosas ocasiones a ferias jugueteras en Valencia. Rec

El pasado diciembre, «El Siglo» cerró sus puertas cuando apenas le quedaban cuatro años para cumplir una centuria. En su entrada principal aún cuelga un modesto cartel que dice: «Se ruega cerrar la puerta», una puerta tras la cual el polvo se acumula sobre décadas de recuerdos forjados tras un lustroso mostrador.
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