LA NUEVA ESPAÑA 30-09-09 «La autovía es clave en Salas para un futuro prometedor a 20 minutos de Oviedo»

«Los eólicos son una importante fuente de ingresos, pero además se trata de una energía limpia; el impacto visual es el peaje que hay que pagar»
José Manuel Menéndez, alcalde de Salas, ayer, en su despacho del Ayuntamiento. lorena valdés

JOSÉ MANUEL MENÉNDEZ FERNÁNDEZ Alcalde de Salas

Salas,Lorena VALDÉS
El alcalde socialista de Salas, José Manuel Menéndez, augura un futuro prometedor para el concejo. La apertura en los próximos meses del tramo de autovía Grado-Doriga y la creación de dos nuevos polígonos industriales en Cornellana y en la capital del municipio, así como la ampliación del ya existente en La Espina, son en buena parte los responsables de la visión optimista del regidor salense. Salas no quiere dejar pasar oportunidades, y para rejuvenecer su envejecida población, su gran talón de Aquiles, su alcalde propone «alternativas al sector primario, viviendas de calidad a precios asequibles para jóvenes y, sobre todo, calidad de vida para la familias».
-A los habitantes de Salas se les hace eterna la espera de la apertura de la autovía. ¿Qué plazos maneja el Ayuntamiento?
-Las obras están muy avanzadas y esperamos que los tramos Grado-Doriga y Salas-La Espina entren en funcionamiento, a más tardar, a principios de 2010. Para tener la autovía concluida del todo y situarnos a 20 minutos de Oviedo habrá que esperar al primer trimestre de 2011. No obstante, las comunicaciones ya van a mejorar considerablemente en cuanto se consiga eliminar el freno de La Cabruñana, que es un auténtico tapón para el tráfico del suroccidente asturiano.
-La aprobación del Plan General de Ordenación Urbana de Salas, este año, prevé un claro desarrollo urbano de la localidad como consecuencia de la mejora de las comunicaciones. ¿Qué perspectivas tienen?
-La autovía es el elemento clave para un futuro prometedor para Salas. Seremos un municipio con una ubicación estratégica, pero sin los problemas de los concejos del centro asturiano. Es decir, la gente podrá vivir a menos de media hora de la capital, pero además encontrarán una vivienda asequible desde el punto de vista económico y, sobre todo, calidad de vida. Aquí disponemos de todo tipo de servicios públicos y de numerosos espacios verdes para disfrutar en familia. Puedo presumir de que Salas es uno de los pueblos más bonitos y mejor cuidados de toda Asturias.
-Describe un futuro lleno de oportunidades, pero, hoy por hoy, el concejo tiene una población muy envejecida. ¿Cuáles son las actuaciones que el Ayuntamiento va a llevar a cabo para retener a los jóvenes de concejo o para atraer a otros de fuera?
-Lo primero, hay que crear puestos de trabajo. Para ello, el Ayuntamiento seguirá potenciando el sector primario, pero buscará alternativas en el secundario y el terciario. La creación de dos nuevos polígonos industriales que se pondrán en marcha el próximo año, uno en Cornellana de 126.000 metros cuadrados y otro en Salas de 60.000, así como la ampliación del polígono de El Zarrín, en La Espina, serán sin duda una bomba de oxígeno para el problema de desempleo entre la juventud de la comarca. La vivienda es otro de los grandes problemas de los jóvenes; por ello, desde el Ayuntamiento ofertamos vivienda asequible, al 50 por ciento de su coste de mercado, gracias a convenios con las empresas constructoras. Es posible ser propietario de un piso por 62.000 euros.
-El turismo es otra de sus apuestas.
-Salas pertenece a la Comarca Vaqueira, y los municipios que formamos parte de ella hemos logrado crear una marca comercial que funciona muy bien y con la que hemos obtenido, al menos en nuestro concejo, un gran despegue del turismo. El turismo rural supone entre un 8 y un 9 por ciento del PIB del concejo, y todavía esperamos que llegue a alcanzar el 12 por ciento. Para nosotros el cuidado del medio ambiente es fundamental, y esto supone un gran atractivo para el visitante, que encuentra un paisaje espectacular.
-¿Los dos parques eólicos ubicados en concejo y su futura ampliación no causan estragos en el paisaje idílico que describe?
-Los parques eólicos son una importante fuente de ingresos para las arcas municipales, pero además se trata de una fuente de energía limpia e inagotable. Hoy por hoy, es la energía más positiva y, por lo tanto, hay que potenciarla. Por supuesto que tiene cierto impacto visual, pero es el peaje que hay que pagar.
-¿Qué balance hace de la primera mitad de este mandato?
-Los principales retos que nos habíamos propuesto se han cumplido. Hemos inaugurado el pasado mes de abril la nueva Casa Consistorial, un edificio moderno y funcional, acorde con los tiempos; también hemos creado un edificio para Casa de Cultura que se inaugurará en el último trimestre de este año, y por supuesto no me puedo olvidar del acondicionamiento de las márgenes del río Nonaya y los paseos perimetrales del centro urbano. Esta obra ha supuesto un efecto transformador para Salas.

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LA NUEVA ESPAÑA 30-09-09 Paraíso del lobo, infierno del ganado

Paraíso del lobo, infierno del ganado
Con el invierno a la vuelta de la esquina, los ganaderos de las sierras de Salas y Cudillero claman por batidas para frenar los ataques del cánido que ha diezmado sus cabañas

Salas / Cudillero, Ignacio PULIDO
Las estribaciones de Cudillero y Salas se han convertido en un paraíso para los lobos, que campan a sus anchas en manadas, dando lugar a verdaderas carnicerías entre las granjas de la zona. Con la temporada invernal a la vuelta de la esquina, los ganaderos solicitan que se lleven a cabo más batidas y claman por soluciones para un problema que está diezmando su ganado equino, caprino, lanar y vacuno.
Cae la noche sobre las sierras de Los Vientos, La Bordinga o Las Matas. En plena oscuridad, el lobo sale de sus madrigueras y extiende su poder por los pastos donde decenas de reses, ovejas, caballos y cabras, se crían. «En toda mi crianza, y tengo 66 años, nunca hubo tantos lobos. Hace cuatro décadas hubo episodios aislados de ataques, pero ahora es exagerado», comenta Enedina Fernández, natural de Gallinero. Su hijo Manolo Campomanes, ganadero, ha sufrido en su granja los supuestos estragos que está causando el depredador. «En los últimos cuatro años he perdido treinta potros, de los cuales tan sólo pude encontrar los restos de siete u ocho», afirma Campomanes. Y a continuación añade: «La Consejería sólo paga por los ejemplares hallados muertos. Los montes son muy grandes y los animales se desplazan libremente, lo que hace muy difícil encontrar los cadáveres. En pocas horas los buitres no dejan nada».
Pocos kilómetros al norte se encuentra Brañaseca. Los ganaderos del pueblo aciertan en señalar que la situación es la peor que recuerdan. «Todo comenzó en 2001 más o menos. En lo que va de año, el lobo me ha matado quince vacas y terneros», relata Armando Martínez, el cual advierte de que las presas cada vez son de mayor tamaño. «Creemos que hay dos manadas de lobos. No se les pone nada por delante, atacan tanto a novillos, novillas y vacas como a caballos. Todos los días se produce algún ataque», enfatiza.
Manolo Garrido poseía hace tres años un rebaño compuesto por unas doscientas cincuenta ovejas y por unas ochenta cabras. A día de hoy, tan sólo conserva ochenta ovejas y siete cabras. «Nos decían que eran perros asilvestrados y no nos pagaron ni un solo ejemplar muerto durante doce meses aduciendo que ésta no era zona de lobos», comenta, al mismo tiempo que lamenta la pérdida de las crías. «Al ser devoradas las ovejas, es imposible sacar adelante a los corderos que tenemos en la cuadra. Estas pérdidas no son indemnizadas».
Los ganaderos proponen como solución incrementar el número de batidas. «Hicieron dos batidas, una en noviembre de 2008 y otra este verano, pero sólo cazaron tres lobos», matiza Armando Martínez. «Aunque mates tres o cuatro no sirve para nada. Su población se ha incrementado muchísimo», advierte Garrido. «El equilibrio en los montes lo ha mantenido la gente del campo sin la ayuda de los "lobos de corbata", que son peores que los del monte», afirma Campomanes, quien, a pesar de las indemnizaciones del Principado, considera que los vecinos se están viendo abocados a abandonar el ámbito rural al no poder hacer uso de las sierras con total garantía para sus economías.

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