23 abril, 2009

LA NUEVA ESPAÑA 23-04-09 Los salmones de Norman Foster

Ocurrentes museíllos siguen llenando nuestra geografía

Tantos planes de excelencia turística, tantas ferias del ramo con despliegue de medios para mostrar los encantos de tal o cual paraje singular, tantas rutas, itinerarios o museos del asunto más estrambótico?, y va un señor que responde al castizo nombre de José Pérez Díaz, aunque más conocido por «Pepe el del Popular», y consigue de un plumazo hacer del occidente astur uno de los lugares más mentados en los medios de comunicación. Pola de Allande, Tineo o el diminuto pueblo de Linares son lugares de referencia estos días en el magín colectivo, pues la atracción del común de los mortales por la picaresca popular es mucho mayor que veinticinco paraísos naturales juntos.
Si además don José tiene a bien devolver el botín sustraído, miel sobre hojuelas: nos ahorramos el coste de miles de folletos a todo color en los que hay que eliminar el cableado eléctrico, que tan flaco favor hace al paisajismo publicitario, y un banco menos al que los sufridos contribuyentes tenemos que sacar las castañas del fuego tras su pésima administración.
Pero como los gestores de la cosa pública tardan tanto en reaccionar ante las novedosas demandas sociales, siguen empeñados en hacer prosperar los territorios a base de obsoletos métodos en vez de revolver cielo y tierra buscando un vivillo en cualquier remoto pueblo que monte una pifia de tal magnitud que haga famoso todo el concejo. Aunque quizás otra buena estrategia sea dejar boquiabierto al personal con delirantes declaraciones sobre el nuevo chiringuito a realizar, como las emitidas sobre la intervención en una caseta de precintado de salmónidos que se quiere convertir en otro museíllo más (Casa del Río, para más señas), y que pasaría sin pena ni gloria si no fuera por su hábil comparación con el vanguardista proyecto de Norman Foster en el Nou Camp. ¡Ahí queda ésa!
Según las últimas declaraciones del regidor, tan chiripitifláutico plan consiste en adosar a dicha edificación grandes paneles con «leds» de colorines: rojos para las épocas de veda y verdes durante la campaña de pesca, que se verían desde la futura autovía adyacente (jua, jua, jua), y todo ello por un módico precio. Impresionante, ¿verdad? ¿Qué más se puede pedir para la revitalización de una comarca?
-Podríamos pedir que se trabajara más en la conservación del salmón vivito y coleando, porque al paso que vamos tendremos que pedir a Norman Foster que nos haga los planos en planta y alzado del susodicho pez para acordarnos de cómo era.
-Vamos, Elvira, no seas cafre. El progreso es imparable.