Al dictado de mis gallinas escribo este artículo. Normalmente narro las incidencias del gallinero, pero esta vez me han pedido que bajo su supervisión transcriba sus palabras.
-¿Porqué no lo escribís vosotras mismas? -pregunto sorprendida.
-¡Parece mentira que vayas por la vida de criadora de gallinas ¿No ves que nuestras alas ya no tienen la suficiente fuerza para teclear?
-¿No será que acumuláis demasiada grasa? -comento tímidamente.
Como suponía se montó un impresionante guirigay.
-¡Qué cara más dura! ¡Si nos tienes muertas de hambre!
-Además, no tenemos dedos para coger el bolígrafo, así que admitimos que dependemos de ti para estos menesteres.
-Je, je, je.
-No te hagas la listilla, que podemos hacernos con otro amanuense cuando queramos.
-Vale, vale- acepté, bajando la cabeza. Son capaces de cumplir su promesa y buscar un nuevo hogar con escribano incluido. Empezamos cuando queráis.
-¡No hay derecho!
-Cállate Renata, que así no se puede comenzar un artículo. Empezábamos bien.
-Nuestras amigas de ocho pueblos situados en la carretera de La Espina -principia Elvira con mucha solemnidad- nos han dicho que a la altura de El Llanón se elimina un enlace previsto en la nueva autovía que comunica con Oviedo y que con ello, después de haber destrozado el paisaje y expropiado un montón de pastos, se encuentran con que tienen que seguir subiendo y bajando por la antigua carretera como siempre lo han hecho.
-¿Veis como no hay derecho?- insiste Renata.
-Que te calles...
-El caso es que el viernes 30 de mayo en una entrevista en La Nueva España, un individuo con unos apellidos de lo más sonoros y un cargo de esos que suenan muy bien vuelve a soltar el mismo rollo sobre un maravilloso plan para el mundo rural.
-¡Toma del frasco, Carrasco!
-¡Que te calles!
-No queremos ponernos pesadas, pero nos parece de una hipocresía supina. No hay día que no nos enteremos de alguna nueva desastrosa para los que por estos lares vivimos, ya sea eliminación de servicios básicos, atentados ecológicos u otras lindezas por el estilo.
-¿Será que la idea es fijar población en los cementerios? Pues tampoco le veo mucho mérito.
-¡Que no interrumpas, Renata!
-Evidentemente si hay dificultades para acceder a internet, si la recepción de la televisión o la radio son deficientes, si no hay cobertura para los móviles, si nuestra atención sanitaria es de tercera regional y los caminos y carreteras que van a los pueblos están en condiciones penosas. Si el paisaje está pletórico de aerogeneradores y cada vez que te asomas a la ventana contemplas el «exuberante» espectáculo lunar de una nueva cantera, difícilmente puede resultar atractivo.
-Eso sí, para la costa siempre tenemos la opción de las macrourbanizaciones de adosados con sus campitos de golf, que eso fija población que es un primor.
-¡Por fin dices algo sensato!
-Por cierto, ¿Fermín dice algo de esto en su nuevo book?
