Los hosteleros del concejo conjugan tradicionales e innovadoras recetas en las jornadas dedicadas a la raza autóctona
Salas, Lorena VALDÉS
Por un lado, los de cuchara, y por otro, los del pincheo. Los hosteleros de Salas se dividen, desde ayer y hasta el domingo, en dos bandos con motivo de la celebración en el concejo de las primeras Jornadas gastronómicas de productos del gochu asturcelta. En los fogones de los nueve restaurantes que participan en la cita se elaboran recetas tradicionales de la matanza como el pote de berzas, el picadillo o el arroz con costillas, pero también platos más sofisticados como frixuelos rellenos de manos de cerdo, chuletas al horno con almejas o raviolis de tocino con picadillo de chorizo asturcelta.
Para quienes prefieren dar buena cuenta del gochu autóctono en la barra o de manera más informal, otros cinco establecimientos del municipio ofrecen una tapa acompañada de una copa de vino por 3,50 euros. La lista de aperitivos se compone de bocados como lomo con pimientos del piquillo y patatas, chosco al rábano o adobo con guarnición de setas y guindillas.
Llegan los primeros comensales y la cocinera del restaurante La Minesa de Salas, Mili Menéndez, está ansiosa porque prueben su pote de berzas con huesos adobados. «No es porque lo haya hecho yo, pero este cocido quita el sentido», presume. Es la primera vez que la cocinera prepara un menú con gochu asturcelta pero tiene claro que repetirá «es una carne muy fácil de cocinar».
Y es que para algunos hosteleros como Miguel Ángel Valdés, de Casa Pacita, «el gochu asturcelta no tiene nada que envidiar al pata negra». «Es una carne exquisita y muy sana que admite todo tipo de recetas, nosotros preparamos chuletas al horno con almejas», explica Valdés.
En la cocina del restaurante Casa Ricardo, en Cornellana, los frixuelos rellenos de manos de cerdo son los que se llevan la palma en peticiones. Su cocinera, Luisa Sánchez, comparte la receta. «Preparo un sofrito con cebolla, tomate natural y nuez moscada y le añado las manos desmenuzadas. Cuando está a punto relleno los frixuelos y los acompaño de una salsa de carne».
Si el bando de la cuchara presume de manjares, los del pincheo no se quedan atrás. En el bar La Luciana hay clientes hasta de Sevilla, como Manu Guisado y Elena Moro, que aprovechan su visita a Salas para probar el gochu asturcelta y a Vidalina Fernández, de la cafetería La Gran Vía, le quitan de las manos su trío gastronómico compuesto por chosco, torto y adobo.
http://www.lne.es/occidente/2011/12/07/gochu-asturcelta-pone-fino-salas/1167696.html