06 junio, 2007

EL COMERCIO 06-06-07 Las obras de restauración de la mina de oro de Belmonte finalizarán en dos años


RECUPERACIÓN. Trabajos de restauración de la antigua balsa de decantación de lodos de la mina de El Valle-Boinás, un proceso que finalizará en dos años. / D. F.
Río Narcea Gold Mines sellará con 150.000 metros cúbicos de tierra y 60.000 de arcilla la antigua balsa de lodos, cuya clausura está ejecutada al 30%

DANIEL FERNÁNDEZ/BOINÁS
El verde se va apoderando del color rojizo y gris de la piedra y las praderas y árboles van ocupando el lugar en el que se encontraban hace una década. Las obras de restauración de las minas de oro de El Valle-Boinás prosiguen su curso y finalizarán «en dos años». Así lo confirmó ayer el responsable de Río Narcea Gold Mines para el proyecto de recuperación de la explotación, Francisco Ruiz, que cesó en su actividad en diciembre del pasado año.
Los trabajos se llevan a cabo en los plazos prefijados. En estos momentos se centran en el proceso de cierre de la antigua balsa de lodos. Enormes dumpers trasladan cientos de toneladas de tierra y arcilla hasta la zona para proceder a su sellado definitivo.
El proceso es simple, pero, a la vez, complicado por las dimensiones de la balsa: 12 hectáreas. O lo que es lo mismo, 120.000 metros cuadrados, una superficie similar a la que podrían alcanzar una docena de campos de fútbol. Además, su profundidad también es considerable: una media de sesenta metros.
Estas dimensiones obligan a mover grandes cantidades de materiales para proceder al sellado. El sistema que Gold Mines lleva a cabo se divide en cuatro fases. En la primera se deposita un relleno de tierra (en los bordes se coloca tierra vegetal). Sobre ella se extiende arcilla para impermeabilizar la zona y evitar filtraciones (toda la balsa está rodeada, también, con una alfombra plástica que impide posibles fugas de agua). Posteriormente se coloca otra capa de tierra vegetal y, finalmente, se siembra la zona con semillas de leguminosas y otras especies herbáceas.
En total, según explica Francisco Ruiz, en todo este proceso de sellado se emplearán 150.000 metros cúbicos de tierra y 60.000 de arcilla.
Recta final
La clausura de esta balsa de decantación supone la última fase de restauración de la mina. En estos momentos ya están completados los trabajos -pendientes de algunas correcciones- de revegetación de las antiguas cortas Norte, El Regueral, Boinás-Suroeste, Oeste y Este. Con un 75% del proyecto ya ejecutado se encuentra la zona de Boinás-Sur.
El plan de restauración de la mina finalizará en un plazo de dos años. Para su ejecución, Río Narcea Gold Mines invertirá unos tres millones de euros. Este proyecto forma parte de los compromisos adquiridos por la empresa cuando a mediados de los noventa inició el proyecto de explotación de la mina de oro belmontina.
Además de en El Valle-Boinás, Gold Mines también lleva a cabo los trabajos de restauración del yacimiento de Carlés (Salas), que también fue clausurado el pasado mes de diciembre.
Corta de El Valle
Una vez finalizado el proceso de sellado de la balsa antigua, ésta se destinará a pradería, aunque tampoco se descartan otros usos, que no han transcendido. Pero, de la zona de la antigua explotación de la que aún se desconoce su futuro es de la nueva balsa de lodos, habilitada en la antigua corta de El Valle.
De momento, esa zona no será regenerada, ya que antes del cierre de la explotación Gold Mines obtuvo la autorización administración para su uso como zona de depósito de lodos. Como el pasado mes de marzo la empresa canadiense Kinbauri adquirió los activos de Río Narcea en Asturias -las minas de Belmonte y de Salas-, será esta compañía la que decida el futuro de la misma.
Cabe recordar que Kinbauri, que ya ha iniciado los sondeos para determinar la cantidad de las reservas de oro que hay en ambos yacimientos, tiene previsto iniciar la explotación de las minas de El Valle y Carlés en dos o tres años.
En un principio, y según una de las propuestas iniciales de Gold Mines incluidas en el plan de restauración, la corta de El Valle podría ser transformada en un lago artificial.

LA NUEVA ESPAÑA 06-06-07 Paraxesgate


CELSA DÍAZ ALONSO
Un escándalo de colosales proporciones conmueve a la República Independiente de Paraxes. Se ha descubierto un caso de espionaje político durante la campaña electoral y preelectoral. Hasta ahora la cosa se limitaba a reventar las reuniones de algún aspirante y su equipo, apareciendo casualmente otro candidato a picotear grano por la misma zona con la cresta avizor, pero esto va más en serio.
Trataré de contar resumidamente el descubrimiento del caso y explicar la compleja trama.
Todo comenzó hace muy pocos días cuando me disponía a ponerles música a las gallinas para motivarlas en la puesta de huevos. Cogí una cinta magnetofónica al azar y leí la carátula.
-¿Qué os parece algo de música de cámara de Bach?
-¡Bah!, preferimos a Bisbal- protestaban los pollitos más jóvenes.
-A vosotros nadie os pide opinión.
Cuando el reproductor comenzó a sonar lo que se escuchó, en vez de lo esperado, fue lo siguiente:
-Pero no seas bruto, no ves que dos negaciones seguidas son una afirmación.
-Tu déjalo a él, que hizo cursillos y tú no.
-Eso, que en otra ocasión me dijiste que pétreas no llevaba tilde.
¡Atiza! ¿Era esta última la voz de Fermín? pensé, al tiempo que veía cómo Elvira, que picoteaba por allí cerca, se ponía en alerta.
-Y vas hacelos leer to eso. Probes. Va quitanos votos, ya verás. Si por mí fuera, menos rollo y más fotinas guapas.
-Pero les pido disculpas por el esfuerzo.
No cabía duda, era la voz de Fermín, y todo aquello sonaba a preparación de campaña electoral. Elvira se acercó corriendo y ansiosamente me pidió las cintas.
A partir de ese momento los acontecimientos se desencadenaron. Elvira y Etelvina comenzaron a escuchar todas las grabaciones y a investigar con la ayuda de una pega charlatana que se ha instalado de okupa en el palomar desde el verano pasado, a la que llaman Gargüelo Fondo. Los resultados de todo ello los han comenzado a publicar en el «Paraxes Post», donde firman como E. Bernstein y E. Woodward, aunque todo el mundo sabe lo que significan las dos «Es».
Lo publicado hasta el momento puede resumirse en lo siguiente. Tanto Fermín como Osgüal pensaron simultáneamente que sería provechoso espiar al candidato oponente con el fin de utilizar la información obtenida durante la campaña electoral. Ambos recurrieron al único espía con carnet de todo Paraxes, el perro Ulises, que con gran regocijo porque por fin había sido contratado para un trabajo relacionado con su verdadera vocación (no como el de vigilante, que según él es una profesión alienante y gravosa), no rechazó a ninguno. Se dedicó a espiar a ambos y repartir la información cruzada, pero el muy inútil utilizó mis cintas de música para grabar encima y al final se hizo un lío mezclando unas y otras, y así fue como se descubrió el pastel. Cuando se publicó la primera información al pobre Ulises le dio un soponcio, pero ya recuperado, anda por ahí muy ufano diciendo que él no hizo más que cumplir con su digna profesión. Mientras tanto Fermín y Osgüal lo niegan todo de sí mismos y acusan al contrario.
Seguiremos informando.