Los votos de Foro y PP deciden el encargo de una auditoría externa sobre seis años de gobierno socialista
JOSÉ DE ARANGO
El Pleno estaba fijado para las siete de la tarde. Media hora antes se
abrieron las puertas del Ayuntamiento y en cuestión de minutos quedaron
ocupados todos los asientos del público en el salón de sesiones. Presumí
que no era un Pleno cualquiera porque por allí andaban muchos vecinos.
El economista Feito bajó desde Lavio. Arango, presidente de Amigos del
Paisaje, subió desde Villazón. Jesús el del Barrio acudió desde
Mallecina. Abel el de La Casona lo hizo desde Linares y Murias, de
Izquierda Unida, fue el primero en llegar.
Se aprobaron, una a
una, veinte ordenanzas fiscales (basuras, vados, ocupación de vía
pública, licencias de obras, etc.) con los votos de foristas y
socialistas, que estuvieron de acuerdo en casi todo. Parecía que aquello
iba a ser una balsa de aceite. Pero llego la tormenta justo cuando se
presentó una moción de los populares pidiendo una auditoría externa
sobre los últimos siete años de gobierno socialista, moción a la que se
sumó de inmediato el grupo de Foro, con cinco concejales. Como los
populares tienen dos, la moción ganó por siete a seis.
Flor,
del Grupo Socialista, es una buena portavoz. Muy buena. No lee. Lo
lleva todo bien estudiado. Sabe aprovechar bien los tiempos y los
tempos. Cuando detecta alguna debilidad en su contrincante entra a fondo
por esa fisura. Encaja bien y no se da por vencida. Sabía que estaba en
minoría, que tenía la causa de la auditoría perdida, pero no se vino
abajo. Fue de menos a más y llegó a decir que la auditoría externa no es
vinculante y que si hay litigio en los tribunales han de ser quienes
piden la auditoría los que afronten de su pecunio. Alberto, del PP,
pidió la palabra para leer seis folios a un espacio que pueden ser la
clave de la auditoría que se pide. Cifras, deudas, créditos, intereses,
facturas y mil y un detalles contables al céntimo. Un documento que ya
le han pedido los responsables de algunas redes sociales para publicar.
Demoledor. Alberto finalizó con estas palabras: «Sólo queremos que se
sepa la verdad de las cuentas de siete años y lo que se hizo con el
dinero de todos los salenses». Hay que señalar que la moción aprobada
lleva implícita también la creación de una comisión de seguimiento, con
reuniones cada quince días, con participación de las asociaciones de
vecinos.
Después se analizaron varios escritos del Grupo
Socialista, pero como la megafonía estaba, a ratos, muy baja, el público
quedó sin saber si unas vacas de Tineo habían pastado en montes de
Salas o si unas vacas de Salas pastaron en Tineo. Manolo Alba, concejal
de Medio Rural, aclaró, en medio minuto, el asunto. Flor pidió
explicaciones sobre dietas y gastos de kilometraje del Alcalde y Sergio,
que ya va mirando menos a los papeles y más a su contrincante, estalló
con un «hay que tener cara para plantear eso precisamente vosotros». En
ese momento Leonor, concejala del PP, se levantó y dijo: «Alcalde, yo me
voy». Y fuese. Sergio y Flor cuando la discusión era más virulenta se
trataban de usted y se tuteaban en los momentos de nivel bajo. A las dos
horas el Alcalde levantó la sesión. Jesús el del Barrio, que bajaba las
escaleras a la par que el cronista, me dijo:
-Penséi que s'amarraban. ¿Ya tu?
-No, hombre. No era nada personal. Sólo ardor democrático.
http://www.lne.es/occidente/2013/01/11/salas-ajusta-cuentas/1352444.html