18 marzo, 2013

LA NUEVA ESPAÑA 15-03-13 Puente Lanio

 
Así, en llariego, sin la preposición. Así, un día de marzo, con la nieve muy cerca. Así, con el Narcea crecido y algo turbio en el que flotaban troncos arrancados por la fuerza de este río, enrabietado y, a pesar de todo, vivo. Así, la tarde de ayer, a esa hora en la que el tráfico se intensifica. Vehículos en la carretera. Restos de árboles naufragando en el río. Tanto hoy como en la riada de enero el Narcea expresa su leyenda. Porque en estas crecidas, al zarandear los restos que arrastra, los lleva, por momentos, a moverse contracorriente como los salmones, aunque el forcejeo dure muy poco y se salde con derrota. Aun así, esas visiones parecen escenificar la leyenda del salmón, en cuyos designios está conducirse río arriba, no puede no emocionarnos a quienes contemplamos el espectáculo que se nos brinda. Náufragos, digo, que hacen de actores de la leyenda de un pez mágico como es el salmón que cada vez se resiste más a visitarnos.
http://www.lne.es/occidente/2013/03/15/puente-lanio/1382735.html